domingo, 14 de abril de 2019

Un ave enorme agrede y aniquila con sus afiladas garras a un hombre en Florida

 

Los casuarios tienen la posibilidad de medir hasta 1,8 metros de altura y tienen unas garras de 10 centímetros capaces de abrir a un animal en canal

Un casuarius, una enorme ave que no vuela y nativa de Australia y Novedosa Guinea, atacó y mató este viernes a un hombre luego de que cayera al suelo en su granja en Florida, según detallaron las autoridades locales.

Los bomberos del condado de Alachua han explicado al períodico local Gainiville Sun que la desaparición del hombre se debió al ataque de un casuarius, que seguramente le golpeó hasta la desaparición con sus garras.

De acuerdo con los guardas forestales del condado, el hombre, de 75 años, seguramente se encontraba alimentando a los animales cuando cayó y fue atacado.

“Las aclaraciones preliminares señalan que hablamos de un trágico incidente. El casuarius agresor fué apartado de la propiedad”, explicó el sheriff de la región.

Los casuarius se comen en ciertas secciones de Novedosa Guinea, pero en USA los crían coleccionistas de aves exóticas

Los casuarius son semejantes a los emus y tienen la posibilidad de medir hasta 1,8 metros de altura y pesar hasta 60 kilos. Tienen plumas negras en el cuerpo y unos distintivos cuellos y cabeza azules.

La sitio web del zoo de San Diego los define como el ave más dañina de todo el mundo, con unas garras de 10 centímetros similares a una daga.

“El casuarius puede abrir en canal a algún predador de una ágil patada. Sus capaces piernas aceptan a esta clase de ave correr a una agilidad de 50 kilómetros hora por medio de espesos matorrales”, afirma la sitio web del zoo.

Los casuarius se comen en ciertas secciones de Novedosa Guinea, pero en USA no se crían por fundamentos alimentarios sino que lo hacen de forma exclusiva coleccionistas de aves exóticas.

Eugeni Capella: «Ver según que aves solo pasa una vez en la vida»


Luego de tres meses de ruta por Ecuador, Capella y su conjunto vuelven a casa. Poseían un reto. ¿Lo van a haber superado?

El cambrilense Eugeni Capella, Miquel Bonet (Barcelona) y George Wagner (Estados Unidos) ya están de vuelta. Tengamos en cuenta que en enero emprendieron una aventura en Ecuador que les llevó a intentar hallar, en solo 75 días, hasta mil especies de aves diferentes. Un reto nunca alcanzado. ¿Lo consiguieron? ¡Veamos!

Sin más dilación: ¿Reto conseguido?
¡Sí!

¿Ha sido dificil?
Hacer algo que jamás se hizo muestra adversidades. A lo mejor la más importante es poder sostener el ritmo de 16 horas al día a lo largo de 75 días intentando encontrar pájaros...

Desde después es un ritmo loco con el que, por otro lado, ya contaban...
Sí, pero además emergen adversidades imprevistas como tener que cambiar la ruta por un desprendimiento, o buscar aves en la lluvia, lo que ya de por sí es una contrariedad intrínseca de la selva.

«Entrar en los bosques y tener la sensación de estar en un mundo que se está perdiendo es a lo mejor la mayor vivencia que me llevo de este viaje»

¿Qué clase les ha costado bastante más de hallar?
¡Las que no hemos visto! (Ríe)

Vamos, escoja una.
Sin duda, el cuco hormiguero escamoso (Neomorphus radiolosus). Un ave que puede manifestarse siguiendo a hormigas legionarias, que asustan a los insectos que come. En un año habitual lo observan una decena de personas. Era para quitárnoslo de la cabeza...

Pero...
Nos dijeron que había uno comiendo mariposas e insectos. Una ocasión de esta forma solo pasa una vez en la vida. Fuimos, lo hemos visto, lo fotografiamos y, una semana luego, desapareció en el bosque y ya ningún otro lo volvió a conocer.

Esta clase sí la vieron. ¿Lograron hallar además al loro de orejas amarillas (Ognorhynchus icterotis), considerada extinguida en Ecuador?
No... Llegamos a localizar dos fincas donde se criaron por más reciente vez hace 20 años y que se compraron para protegerlos. Hasta la actualidad no se sabía donde estaban ubicadas. Estuvieron en parte ocupadas y habían talado el bosque y llevado a vacas a pasturar. En este momento se está aprendiendo como reforestarlo para hacer un hábitat en el que logre volver el loro.
Águila harpía, la más buscada en América del Sur. FOTO: Miquel Bonet

Una lástima... Sin embargo, ¿lo compensaron con el hallazgo de alguna novedosa clase?
Para nosotros, ámbas aves más atrayentes que hemos encontrado fueron la primera cita documentada en el Ecuador de la reinita bolanegra (Setophaga virens) y la primera cita en la provincia de El Oro y del gaviotín de pico abultado (Phaetusa simplex).

Habéis ido hasta sitios poblados por tribus y con accesos inclusive cerrados. ¿Cómo lo habéis vivido?
Sin duda el sitio más salvaje que pisamos fue el Parque Nacional Yasuní. Hace dos años estuvo cerrado porque unos indios «no civilizados» (que no hablan español y usan arpones o cerbatanas) tuvieron un conflicto con muertes con indios civilizados (hablan español y utilizan armas de fuego). Ingresar en esos bosques y tener la sensación de estar en un mundo que se pierde es a lo mejor la mayor vivencia del viaje.

Hasta el siguiente... ¿Para cuándo?
Ahora nos planteamos un viaje semejante al país con más especies del mundo: Colombia. Además organizaríamos viajes ahí.